El día 10 de septiembre, docentes de segundo grado turno tarde (Mariela Rojas, Teresita Palavecino, Natalia Zapata y Cintia Ferragut) de la Escuela Nº 1281 «Cecilia Grierson» realizaron el acto correspondiente al día del maestro, en el cual participaron alumnos, docentes, directivos y, para destacar, padres de los alumnos.
Fue un encuentro muy emotivo y a la vez alegre. Comenzó con la parte formal correspondiente a la entrada de la bandera de ceremonia y entonación del himno nacional, acompañado por la interpretación de los alumnos del taller de lenguaje de señas de la escuela.
El momento más emocionante llegó de la mano de una mamá de segundo grado, que dio lectura a una carta referida al trabajo de las docentes. «Todas no sentimos identificadas con esas palabras, fue la parte más emotiva», destacó Natalia Zapata.
Y continuó describiendo: «Luego de un fuerte aplauso y secarnos las lágrimas, seguimos con la participación de los niños». Ellos fueron los responsables de leer un escrito sobre la vida de Sarmiento e interpretar la canción «Hay una luz», a cargo de los alumnos del taller de lenguaje de señas. También hubo baile y sorpresas.
Para finalizar, cada alumno hizo entrega a su maestra de un presente, «y nos dieron muchos besos y abrazos... que llenaron nuestros corazones de alegría», contó Natalia.
Las maestras organizadoras resaltaron un mensaje que quieren compartir con toda la comunidad, el que debe estar presente en cada maestro: «Ser docente es mucho más que un trabajo, es predicar con el ejemplo y nunca bajar los brazos». Esta frase «se colocó en el telón para que cada una siga adelante con las misma fuerzas; tenemos una semillita que debemos hacerla crecer con saberes, pero también con valores, solidaridad, buenos modales y respeto», resaltó la docente que integró el grupo organizador.
«Enseñaras a volar pero no volaran tu vuelo, Enseñaras a soñar pero no soñaran tu sueño; Enseñaras a vivir pero no vivirán tu vida... pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, piensen, sueñen, canten, vivan, estará lo sencillo del camino enseñado y aprendido»
Fue un encuentro muy emotivo y a la vez alegre. Comenzó con la parte formal correspondiente a la entrada de la bandera de ceremonia y entonación del himno nacional, acompañado por la interpretación de los alumnos del taller de lenguaje de señas de la escuela.
El momento más emocionante llegó de la mano de una mamá de segundo grado, que dio lectura a una carta referida al trabajo de las docentes. «Todas no sentimos identificadas con esas palabras, fue la parte más emotiva», destacó Natalia Zapata.
Y continuó describiendo: «Luego de un fuerte aplauso y secarnos las lágrimas, seguimos con la participación de los niños». Ellos fueron los responsables de leer un escrito sobre la vida de Sarmiento e interpretar la canción «Hay una luz», a cargo de los alumnos del taller de lenguaje de señas. También hubo baile y sorpresas.
Para finalizar, cada alumno hizo entrega a su maestra de un presente, «y nos dieron muchos besos y abrazos... que llenaron nuestros corazones de alegría», contó Natalia.
Las maestras organizadoras resaltaron un mensaje que quieren compartir con toda la comunidad, el que debe estar presente en cada maestro: «Ser docente es mucho más que un trabajo, es predicar con el ejemplo y nunca bajar los brazos». Esta frase «se colocó en el telón para que cada una siga adelante con las misma fuerzas; tenemos una semillita que debemos hacerla crecer con saberes, pero también con valores, solidaridad, buenos modales y respeto», resaltó la docente que integró el grupo organizador.
«Enseñaras a volar pero no volaran tu vuelo, Enseñaras a soñar pero no soñaran tu sueño; Enseñaras a vivir pero no vivirán tu vida... pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, piensen, sueñen, canten, vivan, estará lo sencillo del camino enseñado y aprendido»
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