miércoles, 15 de septiembre de 2010

La historia local desde el aula

La historia local es apasionante. Acompaña desde sus orígenes el período conocido como la Argentina Moderna y desarrolla todo su vigor con la presidencia de Roca en 1880. La Argentina que se proyectó al mundo como productora de materias primas -exportación de carnes y cereales- Entonces, cuando en mis clases tengo que desarrollar el modelo agroexportador ¿cómo no hacer alusión a las vías que dividen la ciudad? Al lugar que ocuparon los otros pueblos en el desarrollo posteriormente industrial... Y antes aun de hablar de Villa Gdor. Gálvez como pueblo fundado en un contexto de expansión económica, podemos hablar de su pasado prehispánico y luego colonial. Entonces comprendemos que somos parte de una historia mayor con las particularidades que proporcionan los actores históricos según necesidades, ambiciones, sueños y la experiencia del quehacer cotidiano.
La investigación de la historia local tiene en mi caso una marca intransferible -como toda experiencia- a partir de mi cursado en una escuela media provincial, con el plan de reforma curricular de 1986. Dicho plan contemplaba el estudio histórico desde una Historia Regional, por lo tanto se comenzaba estudiando el barrio, la ciudad y la provincia en primer año, la Historia Argentina en segundo, Historia Americana en tercero -especialmente latinoamericana-, en cuarto año Historia Contemporánea Europea y del Tercer Mundo, y en quinto Historia Argentina siglo XX. Los talleres de primer año (en 1989) cerraron con el análisis de cuadros estadísticos referentes a la migración interna (no solo cuantitativos, sino que apuntaban a analizar datos económicos, culturales y sociales). El trabajo de Seminario en cuarto año intentaba dar cuenta ya de una historia cimentada en el devenir latinoamericano, en quinto año la exposición de artesanos del barrio pretendía poner de manifiesto las distintas expresiones culturales y su origen demostraba los legados generacionales. En esas primeras incursiones de investigación estaban presentes las gacetillas del museo, las visitas al mismo, las encuestas a vecinos y familiares, la consulta a bibliotecas… en una palabra la cita era con la historia, y en honor de la verdad no fuimos pocos los que nos entusiasmamos con esas lecturas, esas otras miradas retrospectivas que nos ofrecían las fotos y relatos de los pioneros (valga mencionarse un inmigrante, un descendiente de éste o un migrante interno). Con todas las falencias que podemos encontrar en aquella reforma curricular, creo que se puede rescatar ese acercamiento a la comprensión del pasado más cercano, de la mano de un estudio de la historia social y crítica.
A partir de mi ejercicio como docente "invertí" esa orientación y traté de "citar" la ciudad y sus sitios emblemáticos en los contextos mayores de la historia a desarrollar: americana o argentina. En 2006 comencé a implantar un proyecto -ya desarrollado en relación a los barrios de Rosario en una E.E.M.P.A de esa ciudad (2004)- que tendía a realizar un estudio de caso que reflejase la historia nacional desde la experiencia local, aplicable a 5º año donde la currícula contempla la historia argentina a partir del período 1880. También en primer año fue viable relacionar la historia de la ciudad situando los indígenas que los habitaron, al igual que al estudiar la etapa colonial en que perteneciéramos al Pago de los Arroyos. También un acercamiento de los alumnos al trabajo de investigación basado en el barrio, su ubicación espacio-temporal, la confección de un informe sobre las instituciones y su función social, cultural, educativa, religiosa y recreativa tendió a construir un diálogo, un acercamiento y un sentido de pertenencia e identidad, contextualizando lo cotidiano. Así surgieron trabajos en torno al Club Coronel Aguirre, la historia de la Escuela Nº 1281 y 1204, el dispensario San Enrique, La Iglesia Antigua, el C.A.F de la Asociación Amas de Casa. Sin duda, lo más interesante son las intervenciones de los alumnos, con preguntas o datos que provienen desde sus casas, o la curiosidad que los hizo volver a observar lugares harto transitados sin antes prestar atención y luego inquiriendo sobre los mismos, adentrándose en un tiempo remoto o no tanto, construyendo y contribuyendo con el aporte de todos.
Lo maravilloso es poder redescubrir la capacidad de asombro, agudizar la mirada, volver al pasado para entender el presente, instalando el planteo de preguntas que posibiliten respuestas fundadas en la argumentación, que instauren el debate, análisis de fuentes escritas materiales y orales y su correlación con el período estudiado; comparación de procesos históricos con situaciones de la vida cotidiana o del pasado inmediato; selección de información; planteo de hipótesis; participación y organización de actos escolares o estudios de casos que posibiliten la transmisión y recreación de los saberes socialmente compartidos; exposición de la producción grupal donde se plasme la expresión oral, la lectura, la elaboración escrita del tema. Pensando hacer historia desde lo colectivo, desde un nosotros con los otros, aún los que ya no están.
Prof. María Mercedes Castro

No hay comentarios: